Se dice que no está bien comparar, pero cuando haces un cambio de vida instalándote en otro país, en otra ciudad; es prácticamente imposible no caer en la comparación, incluso varias veces al día. Aún así, en este caso la comparación es difícil ya que los perfiles de ciudades son muy diferentes, ¡pero vamos a intentarlo!
La primera y una de las que más me ha impactado en mi día a día es haber pasado de vivir en una ciudad grande a una pequeña. Y eso que Barcelona tampoco es que sea de las más grandes.
Yo tenía muchas ganas de un cambio así y el destino me lo puso en bandeja. Yo no elegí conscientemente venir a Holanda, ni siquiera había oído hablar de Utrecht.
Simplemente, me salió una oportunidad de trabajo después de haber enviado un currículum y aquí que me planté.
La ciudad más cercana a mi nuevo trabajo era Utrecht, y cuando vine por primera vez a buscar un apartamento para alquilar, me llevé una muy grata sorpresa.
¡Justo el sitio que estaba buscando!
Tus normas de circulación, tanto si son para andar o para conducir, tendrás que recolocarlas de nuevo.
Notarás que primero tienen preferencia las bicicletas, después los coches y por último los peatones. Sí, lo que oyes!
Yo no sé cómo todavía no me han atropellado.
Las bicis te salen por todos los sitios y esquinas más insospechadas. Cruzar una calle, bajarte del autobús, salir del supermercado, aparcar el coche, girar derecha o izquierda…
SIEMPRE has de mirar de reojo y, si conduces, los espejos laterales serán tus mejores aliados. Seguro que nunca los habrás usado tanto antes de tu nueva vida holandesa.
Por otro lado, ir en bicicleta a todos lados es una gozada, da mucha libertad de movimiento y la ciudad, así como todo el país, tiene preparado cada rincón para ellas.
Qué os voy a contar de las casitas holandesas, una arquitectura muy típica y auténtica que caracteriza no sólo a Utrecht sino a todos Los Países Bajos.
Incluso los apartamentos son edificios de no más de 4 plantas, aunque a las afueras sí que se pueden encontrar más altos, aún así, no noto el agobio de tantos edificios y cemento junto como en Barcelona.
Otra cosa a añadir es la decoración, considero que tienen muy buen gusto decorando apartamentos, casas y jardines.
Son muy detallistas con pequeños adornos, las cocinas suelen estar integradas en el comedor y aunque hay gente que no le gusta esta estructura, a mí me encanta y lo encuentro muy práctico.
Hay muchas más zonas verdes en Utrecht que en Barcelona. A pocos metros de casa de cualquier barrio tienes un parque frondoso e incluso hasta un bosque si vives a las afueras.
Están muy cuidados, siempre encontrarás un banco donde sentarte con buenas vistas, o una zona de picnic con sus barbacoas de libre uso.
Los decibelios de ruido bajan en picado en cuanto llegas a Utrecht, es un silencio que a veces puede resultar molestoso si eres de ciudad.
Sin embargo, a la que te acostumbras ya no puedes volver a la locura del ruido de tráfico, motos, autobuses, máquinas taladradoras de calles, y sirenas de ambulancia.
En cuanto a la sensación de contaminación, el hecho de mantener buena parte del centro de Utrecht fuera del paso de coches marca una gran diferencia en el día a día.
Hace una semana estuve en Barcelona y pasar por Vía Laietana y la calle Aragón casi me deja cao 😉
Es verla desde el avión y tanto si la sobrevuelas durante el día o la noche, Barcelona te transmite vida, es chispeante, iluminada.
Sus cafeterías, la variedad en moda, sus diferentes barrios, los adorables viejitos sentados al sol, el sonido de los niños en la calle con sus risas y lloros.
Los edificios del Paseo de Gracia, las placitas y tiendas artesanas del Barrio de Gracia, las callecitas y plazas del Born y el Gótico. La Barceloneta, esa mezcla de tradicional y moderno, de internacional y antiguo.
El Mediterráneo, un mar brillante de agua azul marino, no muy frías, ese ambiente y olor que te indican que lo tienes tan cerca.
Utrecht, sin embargo, está llena de canales. Oudegracht, el principal que cruza la ciudad es el único en toda Holanda al que se puede acceder a la parte de abajo. Paseos en canoa y barquito alrededor del Dom. ¿A que suena romántico?
Seguramente habréis detectado que estoy muy a gusto en Utrecht y que ya no podría vivir en una ciudad grande.
Sin embargo, reconozco que no puedo ser más afortunada de poder disfrutar de estas dos ciudades tan diferentes, las dos me aportan muchísimo y serán parte de mí para siempre.
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¿Estás pensando en mudarte a los Países Bajos? Échale un vistazo a las páginas enlazadas a continuación, contienen información súper útil que te ayudará a planificar tu mudanza. 🙂