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94

1.- No visitaron previamente la vivienda de destino, probablemente porque como su base está en Madrid, quisieron ahorrarse el desplazamiento.
2.- No planificaron cómo subirían los enseres a la nueva vivienda, con lo que al llegar tuvieron que improvisar. Hubo cosas que no cabían en el ascensor y tuvieron que subirlas 3 pisos por las escaleras. El sofá del salón no cabía ni por las escaleras ni desmontado en dos partes, cosa que al no haberlo comprobado previamente, no pudieron subir el día de la mudanza. Al no haber contratado un elevador, me exigieron que lo pagara yo, cosa que no era correcta porque yo les había contratado la mudanza de manera integral y los medios de elevación era cosa suya, pero una vez allí te amenazan con no subirlo y dejarlo en la calle, así que tienes que aceptar el chantaje.
3.- El propio sofá no sabían desmontarlo así que tuve yo mismo que quitar el tapizado trasero y gracias a que dispongo de grapadora de tapizado, lo pude volver a tapizar y, en la vivienda de destino, igualmente hacer la misma operación. Encima me metían prisa para que terminara de tapizarlo porque ellos 'se tenían que marchar'.
4.- Las cajas que utilizaron eran reutilizadas de mudanzas anteriores con lo que tenían rotulación previa que luego inducía a confusión cuando querías averiguar lo que iba en cada caja. Algunas incluso eran de empresas de mudanzas a las que trabajan como subcontrata (Seit). Por tanto, cuando quisimos comprobar si faltaba algo o simplemente colocar de nuevo las cosas en su sitio, fue un auténtico caos.
5.- Una impresora de inyección de tinta venía boca abajo, a pesar de que se había puesto en la caja bien grande 'NO VOLCAR'. Toda la tinta negra se salió y tuve que pasarme un día entero limpiando la impresora. De milagro no se manchó el escáner.
6.- Por último y más sangrante, una caja desapareció, casualmente la que tenía la PlayStation 4 de mi hijo. Mucha casualidad. La reclamé por si se había quedado en su Nave ya que lo que recogieron de la vivienda de partida lo descargaron ese mismo día para poder utilizar el camión en otra mudanza (eso es lo que el comercial me dijo) y luego lo volvieron a cargar en el camión para salir de viaje a la provincia de destino. Volví a reclamar dos veces más, la última vez ni siquiera he obtenido contestación. La excusa es que pasada una semana ya no se hacen cargo de las reclamaciones, pero dado el volumen de la mudanza, un camión y medio, y dado el desorden de rotulación que hicieron, difícilmente se puede comprobar todo en tan poco tiempo. En resumen, alguién se quedó con ella para supongo revenderla después. Casualmente es la única caja que nos faltó.
7.- Por último, los modos y la falta de educación de los operarios, dejó bastante que desear tanto durante el embalaje y carga en Madrid, como en la entrega y montaje en el destino.
En resumen, tienen todo lo que hay que evitar en una mudanza. Aunque sean algo más baratos que su competencia (tampoco mucho, esa es la verdad), no merece la pena. Lo barato sale caro.Leer más